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INICIATIVA DE REFORMA DEL CÓDIGO PENAL DEL ESTADO DE CAMPECHE (RELATIVO A LA ACTIVIDAD ACUICOLA)

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La pesca es una actividad fundamental para el desarrollo de nuestro Estado, sobre todo porque es generadora de alimento y fuente de empleos permanentes y eventuales, que se distribuyen en las diferentes etapas de la cadena productiva, la cualdebería contribuir e incidir significativamente a mejorar el nivel de vida de quienes se dedican a ella, lo cual desafortunadamente en una amplia mayoría no sucede.

En el año 2020, según el Anuario Estadístico de Pesca y Acuacultura que emite la CONAPESCA (2020),  en el Estado se contaba con 105 embarcaciones mayores activas, 26 plantas pesqueras y 3,401 embarcaciones ribereñas, con 10,932 pescadores, siendo su producción principal el pulpo, jurel, caracol, mojarra, camarón y jaiba; Campeche cuenta con 425 km de litorales, mismo que representa la base del desarrollo pesquero y acuícola que ha posicionado al Estado en el séptimo lugar en Producción a nivel nacional, generando 50,830 toneladas, lo que a su vez le confiere el octavo lugar en valor económico, por el orden de los 1,736 millones de Pesos, y según la SADER en 2021 ronda cerca de las 70,000 toneladas de producción.

En 2020, la producción de CAMARON en el Estado fue de 2,713 toneladas, contra las 7,182 toneladas de 2015; el descenso dramático en la captura y producción es multifactorial, pero definitivamente la falta histórica de inspección y vigilancia por parte de la autoridad rectora LA CONAPESCA, la pesca ilegal y el manejo discrecional de las vedas por parte de INAPESCA, no con criterios científicos sino factores económicos y sociales, aunado a una ausencia de severidad en el Código Penal, han propiciado una anarquía en el mar campechano.

En diversas ocasiones las cooperativas organizadas se han tenido que manifestar para presentar sus quejas y solicitar el apoyo de las autoridades, debido a los constantes y lacerantes robos de sus artes de pesca y su producción. Es preciso abundar que en meses recientes, pescadores de aguas internas han sido blanco de asaltos, quedando sin defensa legal efectiva, a causa de disposiciones penales endebles que se ven traducidas en falta de normas rígidas y coactivas. El robo de artes de pesca reviste todavía mayor gravedad, dado que se ha documentado que unidades robadas son usadas a su vez por los asaltantes en la comisión de otros ilícitos, lo cual genera una escalada progresiva en la incidencia de hechos delictivos.

El 30 de agosto de 2022, un comando armado vestidos con uniforme de la guardia nacional, asaltaron una bodega de pescadores de Lerma y se robaron tres lanchas, golpeando y amenazando; una de las lanchas afortunadamente fue recuperada en Celestún, Yucatán ya que contaba con chip para su ubicación. Asimismo, el pasado 28 de septiembre, alrededor de 30 pescadores ribereños de la comunidad pesquera de Lerma tomaron las oficinas de Agricultura en Campeche, denunciando la falta de vigilancia marítima dentro y fuera del mar, la depredación del Pulpo Maya y el robo de motores fuera de borda, sin que hasta el momento haya detenido alguno: fuente La Jornada Maya. En los últimos meses, como referencia válida por la cercanía de sus costas, en Yucatán aumento un 45 por ciento los asaltos y robos a embarcaciones en alta mar, durante sus incursiones en diferentes puntos de la costa del vecino estado. En la mayoría de los casos los pescadores fueron amagados con armas de grueso calibre; los piratas o asaltantes en alta mar, roban motores, toda la pesca capturada por las embarcaciones y despojan de todo tipo de valor, alhajas y hasta dinero: fuente El Universal Online.

Ha sido una constante que, pescadores ribereños, costeros, de altamar y aguas internas, han sido blanco de asaltos, al venir resintiendo el robo de motores fuera de borda y de embarcaciones menores. En los últimos años de acuerdo con los señalamientos de los pescadores, las embarcaciones son atacadas por gente armada que los despoja de toda la producción, se apoderan de herramientas y equipos de comunicación.

Indican que, en zonas como Seybaplaya, Villamadero, Champotón, Isla Arena y Sabancuy se ha registrado un alza de robos de motores, que tiene precios en el mercado de 250 mil hasta 300 mil pesos; los pescadores expresan que ante la presencia de los llamados piratas modernos, decenas de hombres de mar han sido perjudicados, sin que la autoridad responda.

En definitiva, es importante reconocer que el sector pesquero y acuícola se ve gravemente afectado por el robo de recursos, ya sea en bodegas, transportes y cultivos.

Ante los vacíos legales, los robos que en principio se consideraban "aislados" en el ágil mercadeo de los productos pesqueros, se ha venido observando y padeciendo una tendencia creciente de estructuras organizadas (bandas) que se las ingenian para trasladar, almacenar y comercializar el producto afectando el comercio legal y generando pérdidas subsecuentes al malbaratar el producto.

Además, también se han presentado incidentes violentos de despojo de embarcaciones, invasión y apropiación temporal de las instalaciones pecuarias; Esto ha alcanzado el nivel de violencia más alto e inadmisible, amenazas y agresiones sobre las personas responsables de productos en resguardo.

En este sentido, resulta fundamental y conveniente, reformar el ARTÍCULO 193 del Código Penal del Estado, que dice que a la sanción que corresponda al agente por la comisión del delito de robo simple se le aumentarán de seis meses a dos años de prisión, incluyendo como propuesta una fracción XVII, que diría: cuando recaiga en pulpo, jurel, caracol, mojarra, camarón, jaiba, ostiones y cualquier otro producto originado de la actividad acuícola y pesquera, excepto lo dispuesto en el CAPITULO II, sobre ABIGEATO, Artículo 196 bis, relativo a peces que se encuentren en granjas, derogando la fracción XVI, para adicionarla al artículo 193 bis.

Asimismo, se sugiere adicionar el artículo 193 bisdel Código Penal del Estado, con 2 fracciones y un último párrafo, y ser más específicos en el robo de artes de pesca, que son múltiples y distintas,destinadas a la actividad pesquera o acuícola y ser más severos en el robo de embarcaciones, motores, redes y cosas que se encuentren en la embarcación, como la producción o la pesca capturada, herramientas, equipos de comunicación, etc.; derogarlo de su ubicación actual que es el artículo 193, fracción XVI, adicionarlo al artículo 193 bis y homologarlo con lo estipulado en el Código Penal Federal y la severidad del mismo ordenamiento, inclusive siendo más enérgicos y aumentarlo de 2 a 10 años de prisión, similar a lo estipulado en el Estado de Coahuila, (que es el segundo lugar  nacional de producción y el primero en valor económico y es un referente natural en el tema), también aplicando esta misma pena, (de dos a diez años de prisión)cuando el robo se realiza, en instalaciones acuícolas, de cultivo, almacenamiento, procesamiento, empaque y transportación de productos como pulpo, jurel, caracol, mojarra, camarón, jaiba, ostiones y cualquier otro producto originado de la actividad acuícola y pesquera, excepto lo dispuesto en el CAPITULO II, sobre ABIGEATO, Artículo 196 bis, relativo a peces que se encuentren en granjas.

Existen muchos elementos para pedir la modificación del Código Penal de nuestro Estado yque el robo de cualquier especie pesquera o acuícola y cuando se realiza sobre embarcaciones, motores, artes de pesca, redes y cosas que se encuentren en aquellas, destinados a la actividad pesquera o acuícola o eninstalaciones acuícolas, de cultivo, almacenamiento, procesamiento, empaque y transportación de productos, excepto lo establecido anteriormente con claridad,establecerlo como un delito que se persiga de oficio, al quedar de manera explícita y generar certeza jurídica, ayudando a las autoridades para que se haga justicia y reducir los riesgos a las actividades productivas objeto de la presente propuesta.

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